Hola, querido amigo dokusha: En esta faltriquera te dejo una colección de fábulas del autor más conocido en esta materia y el primero en probarla del siglo XVIII, cosa que le valió su enemistad con Tomás de Iriarte con el que tenía una estrecha relación… Verás, Crítico, racionalista y liberal, fue el iniciador de la fábula moderna en lengua castellana, su obra condicionó toda una escuela de seguidores a lo largo de al menos un siglo, sus fábulas representaron un fenómeno editorial y han ocupado hasta hace pocos años un destacado papel en la educación pública y popular, y, sobre todo, su obra posee un valor intrínseco como producto de la adaptación de temas ya conocidos y como obra de creación original. Las fábulas de Samaniego son hoy fruto, testimonio literario de una época, y reflejo de un polémico siglo que puso las bases de nuestro mundo contemporáneo… Publicadas en 1784, las Fábulas morales recogen un total de 157 composiciones, distribuidas en nueve libros y precedidas de un prólogo. Fueron compuestas para los alumnos del Colegio de Vergara, en cuya labor pedagógica colaboraba. Su intención está dentro del carácter didáctico de la literatura neoclásica e ilustrada y respondía a la máxima estética de instruir deleitando. Debieron influir en la elección del género sus conocimientos de la literatura francesa, en especial de La Fontaine, aunque Samaniego no es un mero traductor, sino que actualiza la materia tradicional desde las fuentes clásicas (Esopo y Fedro), aumenta los datos explicativos y dramatiza las escenas en relación con la función didáctica que pretende… En el desarrollo de las fábulas, Félix María Samaniego sigue la estructura convencional, aunque procura plantear claramente la oposición entre los personajes-animales por medio de adjetivos antitéticos, para que de ella se desprenda clara la moraleja. La formulación de la moralidad suele ir al final de la fábula, como consecuencia aleccionadora de lo sucedido en el episodio que la precede. Quizá sea la moraleja, desde el punto de vista de la estructura, el aspecto menos conseguido en Samaniego, por culpa de su excesiva extensión. Se exige que sea concisa y breve, de forma que pueda quedar grabada con facilidad en la mente infantil. Pero Samaniego se pierde con frecuencia en rodeos inútiles, a diferencia de La Fontaine, que solamente insinúa la moraleja… Igual que su opositor Iriarte, Samaniego presta atención a los recursos métricos. Intenta huir de la monotonía buscando un tipo de acomodación significativa y cierta musicalidad pegadiza. Utiliza con preferencia la silva, cuyo libre balanceo entre heptasílabos y endecasílabos se adapta con facilidad al ritmo narrativo. Pero esto no es óbice para que encontremos otras estrofas como serventesios, redondillas, endechas, romancillos y décimas… Sin ser innovador, Samaniego cumple con decoro su misión de versificador, aunque pueden hallarse, en ocasiones, ripios o defectos rítmicos… Es esto lo que te vas a encontrar en estos dos tomos que te dejo de esta fabulosa obra… Entonces, ahora sí, lee y disfruta…

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